Desde la recepción hasta el quirófano, el piso hospitalario va mucho más allá de ser un simple revestimiento. Más que brindar un acabado estético, es un elemento clave para el éxito operativo de los proyectos en el área de la salud.
Su importancia se relaciona con las especificidades de la arquitectura hospitalaria: ningún otro entorno exige tanto de los especificadores en cuanto al cumplimiento de normativas y requisitos de rendimiento, en un lugar que nunca cierra y donde se salvan vidas.
En este escenario complejo, el piso vinílico en rollo se destaca como la mejor opción para hospitales. Ningún otro tipo de revestimiento ofrece tantos beneficios en conjunto, perceptibles desde la instalación.
En este artículo del Blog de Tarkett, te detallamos por qué un hospital eficiente empieza con la elección del piso adecuado.
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Higiene y control de infecciones
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 10 pacientes hospitalarios contrae infecciones adquiridas dentro del propio hospital cada año. Los desinfectantes y antibióticos ayudan, pero su uso excesivo puede hacer que las infecciones sean aún más resistentes.
Aquí es donde un buen piso hospitalario marca la diferencia. Con superficie lisa, baja porosidad y juntas selladas, facilita la limpieza y evita la acumulación de suciedad que favorece la proliferación de microorganismos.
El control de infecciones es aún más eficaz cuando el piso se combina con estrictos protocolos de limpieza, higiene de manos y uso de mascarillas.
Resistencia
Un efecto «colateral» del estándar de limpieza necesario para que los ambientes hospitalarios funcionen de manera segura es el uso repetido de desinfectantes como amonio cuaternario, alcohol, lejía y peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), por ejemplo.
Un buen piso hospitalario ayuda a disminuir la cantidad y la frecuencia de las aplicaciones, pero aún serán necesarias. Por ello, es fundamental que el piso sea resistente a la abrasión provocada por estos productos químicos específicos, pero no solo ellos.
La rutina 24/7 de un hospital implica el movimiento constante de personas, camillas y equipos. Es el tipo de tráfico e impacto diario que no puede subestimarse, escenario en el que un piso de calidad inferior ciertamente mostrará signos de desgaste antes de lo previsto.
Imagina el trastorno de verse obligado a cerrar salas, o incluso alas enteras, reubicando toda la estructura provisionalmente, porque necesitas invertir en el reemplazo de un piso antes de lo programado.
Mantenimiento
Además de ser fácil de limpiar en el día a día y lo suficientemente resistente para soportar el tráfico y los impactos de una rutina intensa, un buen piso hospitalario necesita facilitar el mantenimiento cuando requiera cuidados.
En este sentido, el piso vinílico en rollo se destaca por ser un material tan fácil de reparar que, en caso de daños, es posible arreglarlo en el lugar y sellarlo nuevamente, sin alterar todo el piso, evitando grandes trastornos para hacer ajustes puntuales.
Las tecnologías asociadas al producto son la cereza del pastel y es aquí donde tener una socia líder mundial como Tarkett eleva el estándar operativo del proyecto, manteniendo el piso con aspecto de nuevo por mucho más tiempo.
Es el caso de iQ, una tecnología exclusiva que deja las superficies menos porosas, más resistentes y que pueden restaurarse en seco (dry-buffing).
Al reducir la porosidad y facilitar la conservación, el piso iQ proporciona un ahorro de hasta el 30% en relación con los métodos convencionales de mantenimiento. Y no estamos hablando de un simple ahorro, al fin y al cabo, se gasta menos en agua, energía, desinfectantes y productos específicos para la restauración del piso.
Confort termoacústico
El descanso también es fundamental en la recuperación de un paciente, por eso, el silencio necesita ser respetado en ambientes hospitalarios. Por otro lado, no es posible silenciar la intensa circulación por los pasillos.
Es en este escenario donde un buen piso hospitalario necesita desempeñarse, reduciendo la propagación del sonido causado por el flujo de personas y el movimiento de camillas, aparatos y equipos.
El piso hospitalario también necesita contribuir al equilibrio térmico de los ambientes, evitando que los extremos de temperatura del lado externo se manifiesten a través del revestimiento, lo que se ajusta perfectamente a las características del vinílico.
Esto es fundamental para hacer que el ambiente en su conjunto sea más agradable para pacientes, familiares y el equipo del hospital en el interior, además de contribuir al ahorro en la climatización excesiva de ambientes cerrados.
Seguridad en áreas críticas
Una descarga electrostática, por menor que sea, puede dañar aparatos sensibles en medio de cirugías delicadas y encender gases inflamables, poniendo en riesgo a pacientes y al equipo médico no solo en el lugar del accidente, sino, ¿por qué no?, en todo el complejo.
Para evitar este tipo de accidente, los fabricantes de equipos para tomografía, mamografía, resonancia magnética, rayos X, además de otros presentes en centros quirúrgicos, especifican en sus manuales que el piso hospitalario debe tener características conductivas, pero ¿qué significa esto?
Un piso conductivo desvía eventuales sobrecargas y fugas de corriente eléctrica directamente al sistema de puesta a tierra, y esto ocurre a través de hilos de cobre asociados a la instalación del producto en el contrapiso.
Nuestra Línea iQ Toro SC es una referencia mundial en este tipo de aplicación porque posee propiedades conductivas mejoradas. Además de partículas de carbono añadidas en todo el espesor del producto, la base es de carbono puro.
Esto resulta en un producto que puede instalarse con adhesivo acrílico Globalfix y solo la cinta de cobre necesita fijarse con adhesivo conductivo Traffix, generando mayor ahorro en la instalación.
Otro aspecto muy importante es la utilización de materiales seguros en la composición del piso hospitalario. Desconfía de precios demasiado bajos: pueden implicar presencia de sustancias tóxicas como formaldehído, ftalatos y altos niveles de COVs.
Recuperación y bienestar
Estudios apuntan que un buen ambiente hospitalario contribuye a la recuperación, además de influir en el comportamiento y en la interacción entre pacientes, familiares, amigos y el equipo de atención.
Por más que el propósito sea el de permanecer el menor tiempo posible recuperándose en un hospital, es fundamental que el ambiente transmita seguridad, confort y acogida durante todo el tratamiento.
Aunque replicar la sensación de estar en casa sea imposible, alejarse de ella con ambientes poco receptivos, fríos e insípidos tampoco ayuda.
Además de reducir el nivel de ruido y el riesgo de caídas, un piso hospitalario bien especificado en colores y texturas contribuye a una atmósfera relajante, principalmente cuando se asocia a innovaciones en diseño.
Es el caso de los colores 21142755 y 21142579 de la Línea iQ Granit, desarrollados por nuestro equipo de I+D para ambientes hospitalarios en general, pero que por la combinación de características, son excelentes opciones incluso para el cuidado de pacientes con Alzheimer y demencia.
Crear proyectos para el área de la salud que equilibren seguridad y eficiencia es un desafío que no necesitas enfrentar solo.
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